Los que navegamos en mares de lágrimas


LOS QUE NAVEGAMOS EN MARES DE LAGRIMAS (Los psicólogos)


No decimos, “el tiempo lo cura todo”, ni “lo que tienes que hacer es divertirte”, ni “no pienses en eso”, ni “llorando no consigues nada”, ni “tienes que pensar en positivo”, ni "llorar es de cobardes"...

A cambio estamos acostumbrados, adaptados, curtidos, entrenados, cómodos, cuidando, escuchando, esperando, respetando, acompañando, consolando, desde esa actitud de paciente espera, de cuidado respeto, de curiosa mirada de cuidada compasión.

Conocemos el temblar de la mirada, el timido asomar del agua, la mueca que precede, la tensión de todo el cuerpo, la vergüenza, la pena que invade, inunda, sorprende o desborda ese límite que imponen los párpados y en ese momento brotan... Unas lágrimas que a veces conectan con dolores profundos, otras veces con escenas recientes, otras con vacios inexplicables y muchas con una gran rabia; rabia por no haber hecho, o no haber entendido o no haber dicho o no haber sabido sentir...

Y estas lágrimas saladas que se escurren, que nos mojan, nos limpian, nos depuran, nos invaden, nos llevan y trasladan al mar. Un mar de aguas turbulentas que nos rodea.

Cuando permitimos que las lágrimas sigan su curso, ellas hacen su trabajo, como las olas del mar y muchas veces consiguen despertar su gran poder de contagio y nosotros, los que estábamos curtidos, los que sabemos acercar el pañuelo de papel en invitación para seguir o para parar (todavia no me queda claro), empezamos a contagiarnos, a notar la tensión en la respiración, la contracción del estómago, la congoja en la garganta y las lagrimas asomando como saludando a las lágrimas vecinas. Y ahí te vuelves a acordar de las tormentas, del mar, de las teorías y de la calma a la que luego se puede llegar.

Buff que difícil y que bonito es ser acompañante de almas. Como me gustan algunos días y como me agotan y me superan otros.

Siento, que a pesar de todo, es un provilegio poder estar y acompañar en estos momentos difíciles y ayudar a encontrar un camino de salida ya sea a través de las historias recontadas, ya sea a través de la expresión comprendida de la pena.

Mañana volveré a estar ahí y espero que podamos propiciar muchos momentos de risas.

Hasta mañana.

Fabiola Cortés-Funes Urquijo
Psicóloga, psicoterapeuta, con 16 años de experiencia en oncología.
913160557

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